Música

lunes, 9 de noviembre de 2009

La ciudad marrón ya no lo es tanto


(Para saber la primera parte de esta historia, remítanse al post: “La ciudad marrón”, que se encuentra en la pestaña: 2008)

Lo recordaba como si fuera ayer.
La chica se acercó a su mesa y tomaron café. Hablaron y hablaron y terminaron por adjetivar como marrón a la ciudad que los junto en el mismo sitio.
A él le pareció curioso cómo un color puede expresar tanto.
Quedaron más veces, sus charlas se convirtieron en un semanario continuo, sin interrupción. Dialogaron sobre tiempo, futuro, pasado, colores, verbos. Descubrieron que se puede tener fobia a los pájaros, que tú color favorito cambia según las circunstancias, que la leche, si viene en botecitos se convierte en algo exótico, que Mérida puede no ser la capital de Extremadura si te lo propones.
Descubrieron el sabor de los helados, el chocolate, el gel antibacteriano, las películas en versión original, la música en común, los juegos de dibujar, el café solo y el café sin azúcar.
Descubrieron la pequeña barrera entre las mesas de la cafetería, y eso fue lo que los hizo comenzar con la charla.

A veces, recordaba %, las mejores conversaciones suceden en los cafés pero, lo cierto es que después de la última que tuvo con &, no había encontrado más que té con leche y bajas dosis de interés.
El último día, mejor dicho, el último café en buena compañía ocurrió hace mucho tiempo atrás (en realidad no tanto como él cree, pero al fin y al cabo, el tiempo que le importa es el que pasa por su cabeza, no el que estipula el calendario). Fuera, el Sol arrebataba el adjetivo de marrón a la ciudad, para convertirla en algo resplandeciente.
% liaba un cigarrillo mientras & dejaba su bolso encima de la mesa. Su mirada era muy alegre, en este caso, podríamos adjetivarla como verde.

-Cuando sale el Sol se te aclaran los ojos, ¿lo sabías?
-Por favor, que cursi eres %. Respondió & burlona.
-No soy cursi, es una cuestión de claridad.

Acabaron sus bebidas y se dijeron adiós (hablaron de más cosas, pero qué os importa). Ambos sabían que pasaría tiempo hasta que una ciudad, fuese la que fuese, volviera a juntarlos de nuevo.
& tuvo que marchar en busca del origen de las especies y %, algo cansado de su estática vida, decidió probar suerte con el negocio del aire embotellada, ésta vez en otro lugar.
Ahora, después de tanto tiempo, de tantos cafés para llevar, infusiones calientes y alguna que otra cerveza, % descubre por un momento la barrera del tiempo y se queda parado frente a un paso de cebra, sin mirar, simplemente analizando toda esta serie de eventos pasados.

-Hace casi un año de la primera vez que nos sentamos juntos, de aquel primer encuentro con &.

Si buscan en este texto, un final decente, propio de una historia que aunque no tenga mucho gancho inicial, puede que se solucione con un gran desenlace, solo tienen que cambiar % y & por su nombre y el de otra persona a elegir (¿están seguros de que viven en una gran historia?).
Si por el contrario, carecen de imaginación o de ganas para cambiar el rumbo del relato, les diré que es una opción poco arriesgada y muy propia de la mayoría, no por ello menos correcta.

En el mismo momento que % decidió pararse a contemplar su interior (también, ¡vaya sitio para hacerlo!), un coche pasó rozando la acera, lo que provocó que una ola de agua y mierda de la calle, salpicara al pobre “empanado sentimental” hasta calarle su propia melancolía.

Entonces, el protagonista, en vez de cagarse en todos los muertos del conductor, decidió abstraerse aún más, hasta el punto de pensar en que era él el que conducía y que, en un día lluvioso, tan realmente marrón como aquel, se dirigía camino de la cafetería de siempre a disfrutar de un nuevo encuentro con &.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Saludos Jamaspensante! Mira que esperaba otro Semanario Galway hablando quizás de los distintos sonidos que puedes emular de los irlandeses para pedir comida, bebidas, jugar al poker (five=foive), entre otros, pero grata fue la sorpresa al encontrarme con la continuación del clásico de hace un año.

Lo mejor de todo es que % y & pueden ser cualquier cosa o persona, como una variable (Einstein y su prima, Elsa y Fred, Wall-E y Eva, etc.) pero el mensaje será el mismo: "joder tío, estoy enamorado". Ya le pasé el link a mi novia, seguro le gusta también. Un abrazo majo!

Pau dijo...

has conseguido que me emocione... pero un poquito solo.. no flipes tanto!! ;)
un beso majo!

alvaro dijo...

la verdad es que ésto esta realmente bien

Anónimo dijo...

como te lo curras Al lado del Chico.
me entretengo mucho con todo lo que escribes.
bueno también era entretenido tus odas a los warhamers. por cierto nómbralos en algún semanario galway que los tienes olvidados.