Música

martes, 4 de mayo de 2010

Kalpa

Me desperté, los pies pisaron el suelo y luego elevé el tronco hasta la vertical. Cuando miré la cama de nuevo, ya estaba hecha. Hecha, además, como nunca. Ni siquiera estaba la dichosa arruga que deja siempre la sábana de abajo y que atraviesa la diagonal.
Esa fue la pista que esclareció mi inocencia en aquel tan buen trabajo, tan tan bueno, que no podía ser obra de mis destartalados movimientos. Además, era imposible mi contribución en aquella obra de arte. O eso, o un alzehimer prematuro se había apoderado de mi cerebro.
Decidí dejarlo así. No pensaría más en aquello y punto.- ¡Ese trabajo que me ahorro, mira!

Resumiendo: Ropa y deportivas, café y magdalena con trozos de chocolate, llaves, cartera, móvil, está todo, cierro y no me fío así que vuelvo a mirar, salgo a la calle y hace Sol, como no me fío de que cerré bien vuelvo para asegurarme. De nuevo en la calle y llueve.
- ¿Cómo puede llover tan claro?, pensé. Una frase absurda para los que ven perfectamente, pero a la vez con tanto sentido para el colectivo de los gafotas. Toco mi cara buscando cristales y montura y descubro que solo hay ojos sin ningún otro suplemento, así que me acojono porque no tengo lentillas y veo perfectamente.
Ahora si que me late el corazón a mil por hora. Lo de antes no fue nada comparado con esto. En vez de alegrarme como haría el ciego de la Biblia o los del anuncio de Corporación Visioestética, mi corazón se acelera que te cagas. La cama, los ojos. No sé por qué pero tengo el periódico bajo el brazo y nunca lo compro. Hoy no ha sido una excepción. Lo he resumido pero ¡se entiende que acabo de salir de casa, joder!
“El Atleti a la final” dice el titular. ¡Encima un periódico deportivo! Eso si que no es fruto del menda y encima el Atleti a la final… Mira, esto es muy raro, yo no sé que hacer, además ha parado de llover. No hace ni un minuto que salí de casa y ya está el cielo despejado. A lo mejor hoy el mundo está de mi parte, no sé. – Esto es lo típico que te cuentan y no te crees, pienso en voz alta sin pararme a pensar que de típico no tiene nada.
Cuando giro la esquina me preguntan: - Perdona, ¿tienes hora? y, ¡allí estaba ella! No llevo el reloj puesto (raro) y me agarra la muñeca con su mano de uñas moradas recién pintadas. Hace eónes que no nos vemos y cuando me acerco para besarla, tira de mí girando de nuevo la esquina y convirtiendo la calle de siempre en un paseo marítimo de los que molan, no el de Benidorm.

-¿Por qué no me dijiste que venías? ¿Creí que no te vería hasta agosto?
- Shhhh.

Vuelve a tirar de mi mano y vamos corriendo, cosa harto difícil con chanclas… Ah, que ahora llevo chanclas, claro, si estoy pisando la arena de la playa, es normal, vestuario adecuado, pero, - Noooooo, ¡bañador de slip! El mundo no está tan de mi lado.

Ya en el mar, nos lanzamos agua con las manos a lo anuncio de champú y ahí es cuando vuelvo a mi cama, me despierto, los pies pisan el suelo, elevo el tronco hasta la vertical y dejo la cama sin hacer, salgo a la calle y me doy cuenta que hace ya casi un año que los Weeks grabaron “Kalpa” así que decido escucharla cuando salga a la calle y llueve y las gafas se empañan y no hay periódico y no me esperan al girar la esquina y me suena realmente bien.

4 comentarios:

alvaro dijo...

el sueño era muy bonito, pero faltaba la cancion,
asi que en este caso, la realidad supera a la ficción.
toma pareado!
abogado!

Golfoooo dijo...

como me descargo la cancion sin pagar derechos de autor vamos la caña en el coto besitos

Estefanía Borondo dijo...

Me ha encantado!

Anónimo dijo...

jamaspensante, ¿ para cuando una biografia ?, o mejor ¿ para cuando un diario o semanario ?

o mejor cuentanos a tus seguidores como son algunas horas de tu semana para podernos hacer una idea

gracias en cualquier caso