Música

viernes, 2 de mayo de 2008

Actividades Extraescolares


Imagínate una playa desierta, no hay nadie (lógico) menos tú y otra persona que elijas. Es media tarde, la arena, tan fina que parece harina blanca, choca con el agua cristalina en un punto de la playa donde, el mar y la tierra, deciden separarse por una frontera informe que, dependiendo de la fuerza de las olas, cede terreno a unos o a otros.

Si, ahí estas tú, con una camisa blanca de lino y unos pantalones que le hacen juego, descalzo, para poder disfrutar del calor en tus pies que poco a poco irán pareciendo lo que son y no el contenido que se esconde tras unos calcetines blancos deportivos con dos raquetas entrelazadas.

En el horizonte, la nada, la nada y el Sol. El Sol enrojecido anuncia que la noche cálida, estará presente en breve.

-Bueno, se acabó el tiempo, abre los ojos y deja de pensar en pamplinas que la sesión ha terminado-.

-¡Qué cabrón!- pienso al salir de la clase de relajación. El monitorcillo ese, tan tranquilo y simpático que parece al empezar las sesiones, se transforma en un arrogante dictador, obsesionado por la pasta de sus alumnos y por despacharlos cuanto antes, así que, tras la bella imagen principal, solo queda ya en la superficie de mi cerebro la sincera despedida del “Dalai mequedocontupasta Lama”.

Mi cabreo con el profesor hijoputesco va “in crescendo”. Camino directo hacia mi piso y cada paso que doy, me hace sentir más gilipollas. ¿Cómo puedo dar dinero al capullo ese? ¿Pues no me dice que deje de pensar en pamplinas?, además, dice pamplinas, con toda su puta finura tibetana o de donde cojones la haya sacado.

Bien, pues yo, que acudí a clases de relajación con el objetivo de acabar con el stress que me ocasiona el trabajo, y para intentar sofocar de alguna manera mi mala hostia, decido dar media vuelta, más caliente que la fragua de cualquier divinidad clásica y volver al gimnasio-centro de meditación zen-monte de desapiadad y aclarar las cosas con buda.

-Toc,toc-. Me abre la puerta una chica (bastante potente) que tenía toda la pinta de relajar a mi “amigo” en horarios intespectivos y en lugares que desgraciadamente yo solamente utilizo para dormir desde hace algunos miles de años.

La aparto con la mano derecha y me dirijo hacia Felipe (ese es su nombre) para soltarle en su cara que no m….-hombre, ¿ocurre algo?-(paró en seco hasta mis propios pensamientos).

A los 5 minutos salí de aquel antro de “relajación a la inversa”, totalmente convencido de me equivoqué al pensar que Felipe era un mal tipo.

Maldita dialéctica sofista. No solamente me convenció de que mi enfado fue equivocado, sino que, antes de salir de su despacho le había pagado 3 meses de clases por anticipado.




El otro día ojeando un periódico me fije en una noticia que hablaba de un ladrón italiano que robaba en los supermercados hipnotizando a las cajeras.

Me pregunto si ese señor y el cabrón de Felipe tienen algo que ver.

Por cierto, ayer estuve en el dermatólogo. Me diagnósticos soriasis debido al stress.

3 comentarios:

CaLíoPe dijo...

jajajaja, muy bueno xD,
aunque intentase leertelo, y de hecho leyera alguna ke otra frase, no he piyado el significado hasta hoy... muy "hilarante", doc. xD

Gonzalo dijo...

Muy bueno compi! ya te he añadido a los links!

Anónimo dijo...

Haces buenas críticas ;)