Música

martes, 11 de noviembre de 2008

La pregunta indiscreta


El batería de un grupo universitario cualquiera espera a que acaben las clases y poder acudir a su ensayo semanal.
Sale de la facultad y está lloviendo. Enfila el camino al local de ensayo y tras secarse el pelo con las manos entra en el habitáculo plagado de altavoces, coge su butaca y se sienta.
Da tres golpes al aire con sus baquetas y acto seguido comienza la danza de guitarras, bajos bombos y platillos.
A pesar del visible disfrute general, él se siente violento. Los platos suenan a lata, los bombos están desafinados y el pedal del charles ha decidido funcionar a trompicones.
Lo que comenzó siendo una buena idea para pasar la tarde, se ha convertido en un fiasco debido al sonido de su batería. La inseguridad que le transmite esta descoordinación tanto de su instrumento como de su propias extremidades, hace que la batería se convierta en una especie de ‘Simón, simón’ (el juego de las luces, vamos) incapaz de controlar.

La chica que discute con su conciencia sobre lo que hacer con su vida, estuvo segura años atrás de cual sería su futuro. Hoy no es un buen día. Se siente preocupada por algún motivo que desconoce y, mientras toma un café en un pequeño bar del centro, retoca su flequillo una y otra vez y no para de morderse las uñas. Agobiada por alguna extraña razón, decide salir de allí y dar una vuelta.

El batería de un grupo universitario cualquiera ha decidido que no valía la pena seguir aporreando aquel montón de latas y, tras mirar a ambos lados de la calle, cruza un paso de peatones y dirige sus pasos hacía ninguna parte.

En una calle cercana a la plaza principal, la chica y el batería se encuentran mirando el mismo escaparate de libros.
Hace tiempo que no se veían y en sus miradas se refleja una actitud de lo más nostálgica.
Las apartan rápidamente y siguen sus ilógicas trayectorias.

Ahora es ella quien nota descoordinar sus extremidades y el quién se muerde las uñas. Tal vez tuvieran algo de lo que preguntarse. O tal vez no?

2 comentarios:

Golfoooo dijo...

hay quien sabe escribir y quien no yo no naci para darte esa respuesta pero que disfruto con cada frase que leo eso si es verdad y eso no puede ser cambiado por ningun critico del mundo sigue asi...

alvaro dijo...

hay a quien un dia le salen las cosas torcidas, y lo achaca a un mal dia, y hay quien tiene un mal dia y lo achaca a que todo le sale torcido.

lo bueno es que en para todos, el dia termina, y las cosas o se retuercen... o simplemente vuelven a empezar... pero en cualquier caso, de manera diferente a la de hoy.